lunes, 24 de abril de 2017

Dibujo + Historia

Hola apasionados de la lectura ^~^

Dibujo de Alba

-5 segundos-
Me encuentro sumergido, mi cuerpo se mece al compás ¿Al compás de qué? Abro un momento lo ojos y enfrente de mi hay otros ojos, o ¿es un reflejo?, ¿ese soy yo?, ¿dónde estoy? Asustado he vuelto a cerrarlos con fuerza, aunque es una sensación extraña.
Los vuelvo abrir, pero esta vez permanecen abiertos. Observo mi alrededor, todo es agua, y un pez que gira cuando yo giro, en el suelo hay piedras de colores junto con una planta de plástico, también hay un mecanismo extraño. Vuelvo a mirar al frente, ahí está otra vez el pez... o ¿soy yo?, pero cómo pude ser eso cierto... ¿Soy un pez?
Mi mente procesa esto en unos pocos segundos. Estoy en un acuario, no hay nadie más, sólo yo, no puedo hablar, ni gritar; de mí solo se escapa unas pequeñas burbujas. El baile que mi cuerpo lleva es producto del filtro para mantener limpio mi pequeño ecosistema. Sí, he recordado lo que era ese mecanismo.
¿Todo esto es posible? Yo hace 5 segundos me encontraba conduciendo mi C3 por la carretera vieja, dirección hacia mi enano cubículo para sumergirme en papeleo. ¿Cómo es posible?, ¿estoy soñando? ¿cuánto de esto es mentira y cuánto verdad?
Noto mis parpados cerrarse, o como quiera que se llama esa retina, y abrirse, mis man...aletas moviéndose y todo mi cuerpo recubierto de esa agua fría que va al compás. Mi cuerpo es distinto, sin embargo, me siento como si fuera libre, aún estando encerrado en un recipiente, ¿cómo puede ser eso admisible? ¿Por qué nos creemos libres cuando nos encontramos apresados en cajas que están a su vez en otras cajas?
Sigo dando vueltas a la pecera como si así valiera salir, después de reflexionar y comprender que eso no es la libertad deseo salir, pero ¿qué me deparara eso? ¿Después del acuario que hay? ¿El mar?, pero el mar también es finito.
Nos hacen creer que hay algo mejor, pero eso no es así. ¿Dónde está ese paraíso idílico? Las palabras son embrujos que nos hacen imaginar sueños, nos hacen perder la cabeza, nos engañan. Al igual que en el acuario parece que es más grande, que hay vida en él, que hay naturaleza; todo es artificial. Como lo era esa oficia en la que me encerraba a leer manuscritos de gente que ni me importa. Sumergida dentro de mi atmosfera particular, rodeada de unos simples muebles, los cuales venían ya con el edificio, como una extremidad más. Sin un ápice de decoración por mi parte, al no sentirme a gusto allí. Por otro lado, qué más da ni mi casa era un refugio para mí. Nada de lo que hay a mi alrededor me hacía ver lo bello de las cosas. Antes de ser pez ya me ahogaba con el aire, cada bocanada me oprimía el pecho llevándome a la muerte lentamente, sin que nadie lo notara.
Antes de pensar en ese espacio limitado no veía el problema porque en ese momento era infinito, por ello nosotros nos olvidamos cada pocos segundos; nos desprendemos de esa sensación de vivir en una cárcel, soñando con la libertad hasta que volvemos al mismo paradigma, a la misma cuestión. Nadie es libre, pero nadie dijo que hay que ser libre para ser feliz, por otro lado, yo nunca busque ni lo uno ni lo otro, pero ahora ya es demasiado tarde…en cinco segundos olvidare todo y despertare de nuevo, pero antes de nada sonríe, como yo lo hago en mis últimos cinco segundos de pez, ya que he encontrado mi liberación. Volveré a convertirme de nuevo en humano y después, me arrojaré a los brazos de Morfeo para siempre.

Espero que os guste. ¿Que historias os inspira a vosotros esa imagen? 



¡Gracias por leerme!